diariopopular
Miércoles 16 de Junio de 2010 Machado está feliz de volver a la TV.
Juan Antonio Machado es el “barra” de Botineras
Ponele Mostaza
Por LULY VITCOP
Dos encuentros casuales lo convencieron para volver a la pantalla chica. ¿Se acuerda de Juan Ignacio Machado? Sí, aquel que se lucía en la famosa tira de Alejandro Romay, Ricos y Famosos. Tenía una carrera prometedora en el medio, pero en los albores de la crisis de nuestro país no se lo volvió a ver hasta este año. Primero se lo vio con un papel en Herencia de Amor y ahora interpreta a Mostaza, el jefe de la barra brava de Deportivo Cristal en Botineras, la tira de mayor rating de la noche. Un regreso sigiloso y silencioso, pero con una gran vidriera.
Hacía ocho años que el actor decidió por motus propio dar un paso al costado. Aunque es bien cierto que la situación social y económica de 2002 no ayudaba mucho para seguir con trabajo. Una crisis personal también lo abatió por entonces y hoy sostiene: “Yo creo que dejé una huella medio rara en el medio. Creo que algo bien hice, porque podría haber pasado un tractor y haber dejado un desastre. Debo reconocer que en mí caló muy hondo la situación del país”.
Para Machado los caminos de la vida lo condujeron por otros lados y encontró su lugar en el mundo en Tigre, donde se estableció y se puso a gerenciar un pequeño hotel de cabañas con su segunda mujer, con quien tiene una nena, Carolina, de tres años. “En ese lapso recuperé a mi hijo de una relación anterior. El río sana y cura. Todo se fue acomodando y creo que el último ladrillito que faltaba acomodar era el de la vuelta a la actuación”, cuenta sin caer en detalles en ese momento de 2002 en el que se sintió sin rumbo.
“Mi romance con la cámara sigue en pie”
Cuando pisó por primera vez el set de grabación de la tira Herencia de Amor, Machado confiesa que “a mí me agarró una taquicardia de los pies a las orejas. El productor de la tira, Quique Estevanez, me preguntó: ‘¿Te vas a acordar de la letra?’”.
Un encuentro casual en el Tigre con Quique hizo que Machado volviera a su gran amor, a la actuación. Lo llamaron para ponerse en la piel de un hacendado que venía a cobrar una deuda a quien es prácticamente el dueño del pueblo (Diego Olivera). Ingresó sólo por cuatro capítulos porque en los mismos estudios de grabación de Telefe lo “fichó” Sebastián Ortega, el creador y productor de Botineras.
“Nos encontramos en el bar de Telefe. Nos saludamos y yo ahí aproveché para decirle que lo admiraba mucho, pero sin intención de nada. Ahí él me tiró un centro y creo que los dos nos mandamos un golazo con mi personaje de Mostaza, el jefe de la barra brava. En ese momento sentí como nunca que mi romance con la cámara nunca se perdió”.
Mostaza acaba de tener una de las escenas más violentas de la tira cuando violó a una botinera (Agustina Córdoba), novia del personaje de Ezequiel Castaño: “En la productora Underground encontré justo lo que hacía falta para mí, con su contención me aflojé mucho con los nervios”.
El papel de Mostaza creció en la tira y lo que iba ser por algunos capítulos, se convirtió en un personaje fijo: “Sebastián desde el primer momento me dijo: ‘Vos fuiste un trámite para mí’. Cuando me ofreció el papel yo no di vueltas, fui al vestuario a probarme la ropa de mi personaje”.
El último trabajo en televisión de Juan Ignacio Machado había sido en el truncado unitario Drácula, que emitió América con el protagónico de Carlos Calvo, y su última aparición antes de su retiro de ocho años fue en la película independiente El Descanso, que en el exterior ganó siete premios en festivales internacionales.
