Esta semana, Pol-ka comienza grabaciones de “Alguien que me quiera”, telenovela protagonizada por Andrea del Boca (Rocío Mosconi) y Osvaldo Laport (Rodolfo Rivera), acompañados por Miguel Ángel Rodríguez (Armando), Susú Pecoraro (Paloma), Ludovico di Santo (Teo), Luisana Lopilato (Bianca Rivera) Julia Calvo, María Leal, Alejandro Awada, Sofía Elliot, Nacho Gadano, Viviana Saccone, Ricardito Darín y otros.
La historia girará alrededor de Rocío Mosconi, la panadera, y Rodolfo Rivera, el cafetero, quienes deberán luchar para salvar los impedimentos para concretar sus sueños de amor.
Entrecano y largo, así tiene pelo Osvaldo Laport. Con ese nuevo look, fuera de pantalla, llegó al cumpleaños de Freddy Villarreal, su amigo, junto a su mujer Viviana Saez.Con promesa de volver a la tele el año que viene (lo haría en “Nazareno” con Gonzalo Heredia, Osvaldo mantiene su cabello en forma y parece haberlo dejado descansar de tanta tintura. No está mal.Como siempre, mantiene sus hobbies caseros y de carpintero y además, su compromiso con Acnur por los derechos de los refugiados en todo el mundo. (laubfal)
Laport, de galanazo a villanoPor primera vez en su carrera, el uruguayo será el malo: en “Lobo” perseguirá a Gonzalo Heredia.
04.12.2011
Rubio y perverso. Así se lo verá a Osvaldo Laport en su primera vez como villano en la televisión: a los 55 años, el uruguayo será el dolor de cabeza de Gonzalo Heredia en Lobo (El Trece), la nueva telenovela de Pol-ka que comienza mañana sus grabaciones en Don Torcuato. Agenden este nombre: Lisandro Díaz Pujol. Ese personaje promete ser el más temible de la pantalla en 2012. Ex agente de policía, amante de las armas, este sombrío hombre sueña con desbancar a su hermano Leopoldo (Gerardo Romano) y hacerse con la totalidad de las acciones de la empresa que comparten. Actualmente, dirige su propia empresa de seguridad privada, aunque se trata de una máscara para esconder otro negocio: la caza de hombres. En esa caza caerá Lucas, el lobizón (Heredia). La historia está basada en la leyenda popular de licantropía que involucra a los séptimos hijos varones. Lucas llegará al mundo con un destino: una vez cumplidos los 30 años de edad, durante las noches de luna llena se transformará en una terrible bestia, mitad hombre, mitad lobo. Y, según indica la profecía, matará a su propio padre. En medio de esta etapa de transformación, conocerá a Ana (Vanesa González), una joven empleada de una empresa en la que él aspira a trabajar. Mañana, el cazador Laport, junto a Heredia y González (más Luisana Lopilato, Millie Stegman y otra decena de actores, entre los que se cuenta Norma Aleandro, que ya grabó una participación especial) darán el puntapié a la ficción que estrenará el 2012.
Osvaldo Laport, Claribel Medina, Nico Vazquez y Heredia graban Amigos de siempre
Osvaldo Laport, Claribel Medina, Nico Vazquez y Heredia graban Amigos de siempre que desde Enero ocupara el lugar del prime time de canal 13 en reemplazo de Solamente
Osvaldo Laport: Aprendo de los nuevos galanes Osvaldo Laport: Aprendo de los nuevos galanes A sus 57, vuelve a calzarse el traje de galán para componer una pareja de novela junto a Soledad Silveyra.
Osvaldo Laport vuelve a reinventarse como galán televisivo en la tira de Pol-ka. Un actor inoxidable. sábado, 08 de febrero de 2014
Eso fue hace muchos años, después de actuar en Recordando con ira y Calígula. Una de las grandes figuras de la cinematografía y el teatro argentino, Lautaro Murúa, le dijo con seriedad y casi como un pedido: Laport, usted es una persona de teatro. No tiene que hacer televisión. En esos momentos, la pantalla y el escenario eran mundos irreconciliables. El actor uruguayo tomó otros caminos. Dice que pensó que no debía intelectualizar su carrera y que cuando intentó hacerlo me morí de hambre.
Hoy es un viejo lobo de la televisión, que se maneja sin representante. Defiende el medio como pocos y es el galán más veterano que tiene la grilla de canales; algo así como un galán de la resistencia que, a los 57 años, vuelve a enamorar a Soledad Silveyra en Mis amigos de siempre (juntos hicieron los exitazos de Campeones de la vida, en El Trece, y Amor en custodia, en Telefé).
En la nueva tira de Pol-ka (a las 22, por Canal 7 Mendoza), protagonizada por Nicolás Cabré, Gonzalo Heredia y Nicolás Vázquez, es Cholo; un ex jugador de fútbol devenido en colectivero y padre de Simón (Cabré).
Cuenta con orgullo cómo juega el rol de seductor a su edad y la dupla que forma con Silveyra. La diferencia entre los galanes de aquellos años y los colegas más jóvenes. Y cuenta que quiere hacer teatro y cine, aunque alguna vez un director lo discriminó por ser una cara de la tele.
- Hiciste a un boxeador en Campeones de la vida. Y ahora te toca un colectivero. ¿Lo tuyo son los galanes terrenales?
- Soy un agradecido cuando puedo hacer personajes que me acercan al pueblo, a la gente. El Cholo es un tipo que podés encontrar a la vuelta de cualquier esquina. En mi carrera de actor, intenté siempre hacer a personajes terrenales, algo que el público agradece mucho a la hora se consumirte. El Cholo maneja un colectivo, estuvo vinculado al fútbol y ahora quiere jugar un rol de DT. Me gusta que tenga una continuidad y que se puedan desarrollar escenas adentro del colectivo. Eso le da una cosa pintoresca.
- ¿Por qué pensás que con Soledad Silveyra funcionan tan bien como dupla?
- Como laburante de la ficción, agradezco cada una de las posibilidades que tuve de rodearme de hermosas mujeres y compañeras excelentes. Así que sería antipático hablar sólo de Soledad Silveyra. Más allá de lo personal, lo curioso es lo que le pasa al público con esta pareja. Creo que perciben esta cosa de cotidianidad y de honestidad a la hora de transmitir algo. Pese a las técnicas coloquiales y naturistas en la actuación, siento que no se ven los hilos de la marioneta. Nos permitimos jugar todo el tiempo, disfrutamos y reímos mucho.
- Quizá sólo los años en el medio dan esa naturalidad...
- Sin dudas. Yo construí mi carrera quizá con un exceso de responsabilidad. Los años no vienen en vano y te dan cierta confianza. Ahora me planteo disfrutar a mi compañera como individuo, fuera del set o del escenario. Me refiero a compartir un vino y a nuestras familias.
- Si uno hace un barrido por los canales de aire, sos el galán más maduro que está en una telenovela. ¿Te produce cierto orgullo esa permanencia? ¿Cómo cambió ese rol, tan típico del género, con los años?
- Yo disfruto y aprendo mucho de los nuevos galanes. Gozo de la frescura, la actitud y las ganas de hacer una buena ficción, además de defender la fuente de trabajo. Ellos mantienen una cotidianidad que en mi generación no existía tanto. Hace unos días, me crucé con (Adrián) Suar, que me dijo una cosa muy alentadora: Ova, lo maravilloso de ver estas imágenes tuyas entre los chicos es que no se percibe un salto generacional. En lo personal, me cuido no sólo con jornadas fierreras en el gimnasio.
También intento reinventarme todo el tiempo con el pelo, los teñidos y esas cosas. Ahora, con el personaje del Cholo pensé en Simeone y en Goycochea. Yo estoy pisando los 60, pero siempre quise apostar también a lo estético y al buen gusto. Y sí: me da orgullo a mi edad poder mostrar el torso desnudo y seguir haciendo de galán maduro.
- Sacaste dos discos y cada tanto aparecés de invitado en un recital. ¿La música es sólo un berretín o te gustaría dedicarle más tiempo?
- No fue una actitud caprichosa. El artista debe ser completo y buscar insertarse en las diferentes plazas del arte. Por eso también hago esculturas; pueden gustar o no, pero sé que es una expresión válida. Me encantaría poder continuar con la música. Tuve que vencer muchos prejuicios. Primero los míos y después de los que decían: Ah, Laport también canta. Como actor, espero que venga la historia que quiero contar. Con la música seguramente pasará lo mismo. Es cuestión de tiempos. Quizá mi tiempo no sea el mismo que el del otro.
- En ese plan de ampliar los horizontes, ¿no te planteaste hacer más cine y teatro?
- Sí, me gustaría. La televisión es muy seductora y una fuente de trabajo. Yo nunca tuve representante, pero hace poco me senté a tomar un café con Jorge Galli. Sé que él golpeará las puertas para que yo haga teatro y cine. ¿Sabés que tuve un intento de hacer cine, pero fui discriminado? Es bueno que lo cuente para vencer algunos prejuicios instalados del actor de televisión y el de teatro.
Me propusieron un protagónico y yo estaba entusiasmadísimo, con una alegría enorme. En un encuentro con otros actores, el director me planteó que teníamos que hacer un trabajo muy personalizado para lograr que el público no fuera a ver al Laport de la televisión. ¡Un intelectual pelotudo! Le dije: Esto es prejuicio, pero está todo bien. Y me bajé porque no podía trabajar con alguien que estaba desconfiando a priori de mi trabajo. Yo necesito, como todos los actores, que me dirijan.
- Como si todavía tuvieses que ganarte un prestigio...
- Te hago una pregunta. ¿Existe el prestigio en nuestra sociedad? No existe. Y no te hablo sólo de nuestra plaza, sino del conjunto. Uno tiene una calma energética que está relacionada con la observación de la vida y no quiere ser negativo. Pero tenemos que recuperar valores, códigos y, sobre todo, la posibilidad del diálogo.